Palestina Libre

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viernes, 2 de agosto de 2013

Mejora la economía familiar en tiempos de crisis aumentando el ahorro

El fin último de la economía es conseguir cubrir necesidades infinitas con recursos finitos, algo que se puede aplicar a cualquier escala, desde todo un país hasta un hogar. Cualquier padre o madre de familia sabe que el dinero nunca es suficiente y que siempre hay que hacer cábalas para conseguir cubrir todos los gastos y encima ahorrar algo para posibles épocas de necesidad. Evidentemente, esto se vuelve aún más complicado en tiempos de crisis, pues las necesidades de las familias continúan siendo las mismas mientras que los recursos pueden menguar notablemente. Ante esta situación hay que buscar cualquier ayuda, como por ejemplo comprar las mismas cosas más baratas, algo que hace que en estos momentos las páginas de avisos clasificados (por ej. http://buennegocio.bo/) sean más útiles que nunca. La idea es saber administrar la economía familiar para que con menos dinero aún se pueda seguir ahorrando sin que se resienta demasiado la calidad de vida. 

Al margen de cualquier consejo que pueda dar cualquier experto en economía, al final lo más importante es aplicar el sentido común al máximo en nuestras cuentas domésticas. De modo que se debe estudiar a fondo la economía familiar, buscando que gastos son superfluos o cuales pueden verse recortados, de forma que el mismo dinero pueda derivarse hacia gastos más básicos o hacia el ahorro. Lo ideal es ahorrar al menos un 20% de los ingresos de cada hogar, algo que muchas veces no es posible, por lo que hay que ser doblemente ingenioso para rascar cualquier moneda y billete, pues aunque las épocas de crisis puedan parecer malas siempre pueden ir a peor, con lo que estar preparado es siempre un plus.

Además de estudiar y planificar nuestros gastos en base a nuestros ingresos, hay una serie de recomendaciones que nos ayudarán a ahorrar en casa algo de dinero extra, que en situaciones de crisis nunca viene mal. Así que presta atención y prepárate para ahorrar aún más en tu hogar.

Controla todos los gastos. Lo primero que hay que hacer para ahorrar es no gastar, y lo mejor forma de no gastar es analizar cada gasto. Un estudio pormenorizado de los gastos, tanto fijos como variables, nos puede ayudar a ver donde estamos malgastando dinero y cortar el flujo.

Vuélvete más ecológico. Las campañas para ahorrar agua o electricidad no sólo ayudan al medio ambiente, ya que tienen un efecto igual de beneficioso en nuestras facturas. Darnos una ducha en lugar de un baño o apagar totalmente un electrodoméstico que no vayamos a usar puede ayudar a tener un mundo más verde, pero también disminuye nuestro consumo y por tanto lo que pagamos.

Aprende antes de pagar. Normalmente cuando pagamos por un servicio suele ser porque nosotros no nos vemos capaces de hacerlo. Evidentemente no podemos suplantar a un médico para operar o a un mecánico para cambiar un motor, pero sí podemos aprender a solucionar pequeños problemas caseros. Cambiar un enchufe o pintar una habitación no son prácticas muy difíciles, así que lo mejor es intentar hacerlas nosotros mismos, quizás sacrificando calidad pero ganando un dinero extra.

No tires nada a la basura. Piensa muy bien antes de tirar algo que ya no queremos o usamos, pues dicho objeto puede tener una nueva utilidad o ser interesante para terceras personas. De modo que una botella de vidrio se puede convertir en un jarrón resultón o una vieja lavadora se puede vender en el mercado de segunda mano colocando un aviso clasificado en Internet.

Opta por la autosuficiencia alimenticia. Por último, si tenemos un poco de espacio, ya sea en un jardín trasero o una pequeña terraza, puede ser una buena opción plantar un pequeño huerto. De este modo, podemos usar nuestros desperdicios orgánicos como abono y plantar algunos alimentos, como cebollas o tomates. De este modo, además de tener un nuevo hobby comeremos verduras y frutas más frescas y de forma gratuita.